miércoles, 18 de febrero de 2009

¿Contento vacuno?

Quita hombre, que no es así. Agradezco a los amigos de Platón y Kant su repulsión a la vulgar animalidad, o sociabilidad. Les agradezco su advertencia: ¡que muchas, muchísimas veces, demasiadas, vas a sufrir por intentar ser más tú mismo, por ser honesto con tu viscosa sujetividad! He dicho, y bien dicho está, lo de viscosa... recuerden los ilustrados que la razón no es más que un medio para expresar y desarrollar (hasta donde se pueda, ¿contento vacuno?) la propia interioridad indefinible e irrepetible (y de ningún valor, evidentemente). Agradezco a platónicos, kantiano y demás ilustrados y neoilustrados sus sabias consejas, pero... Pero que nada de esto se consiga al margen y a costa de la propia vida, del propio cuerpo, del propio alma (que es más que razón) y al margen de algunos otros rostros que mágicamente nos acompàñan en tan bello naufragio.

Ego sum, ergo ego volo et nolo.

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