jueves, 19 de febrero de 2009

Filosofía

El error no consiste en la razón sino en el uso impúidico que de ella hemos hecho. Ha querido fundamentarse a sí misma, como el famoso Barón cuando caía irremisiblemente. Conclusión: quedémosnos en los 'juegos del lenguaje' y la sociedad; dejemos la poesía -último vestigio del hombre entero- en los arrabales del espíritu.

Otra conclusión, nada imaginativa por cierto pero más decenbte: escóndete en ti mismo, también de tu ser más sanguinario -intelectual- y busca tu propio y minúsculo camino. Condición previa indiscutible: arroja la racionalidad lejos de tus entrañas, ponla a trabajar, aunque no esperes mucho de tan ruín objeto, para ellas. ¿Qué te importa el mundo? ¿Acaso eres valioso para ti mismo? No busques la paz, que ella sola se te irá imponiendo por los años y esa maldita bondad de ser -de simplemente querer ser y estar alegre por ello- que te atrapó al nacer.

Intimidad, calor, complicidad... con tu alma deshecha y honesta... y con unos pocos rostros hermanos. Salud, hijos del último hombre. Para todos vosotros:
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