...los labios de tu vulva me protegen de la insolación
del deseo y me mantienen así con vida...
¡A escasos 30 pasos del empalamiento! ¡Qué romántica decisión ha tomado el enhamorado que prefiere la muerte a una vida sin ella! ¡Qué más auténtico lugar para el sentimiento absoluto que la bella vulva de una mujer! El poema 27, habla del arrebatado amor sexual a pesar de la horrenda y certera muerte que llega. Quizá, sin embargo, se refiera también al frenesí poético en que el amante castrado destila su última voluntad.
¿Qué voy a hacer?
Aún hoy mi propia mente me asombra,
pues aun sabiendo
que a cada instante se acerca
el momento de la muerte,
a la fuerza abandona
el culto a los dioses
y corre decidida tras mi amada,
mi señora,
la más querida.
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