jueves, 21 de febrero de 2008

¿Narcisismo?

"Por esta razón, quien ha encontrado, y debería bastarle, la verdad absoluta idéntica a la nada de su sentimiento, necesita el mundo externo, los espejos y los ecos: el agua del río para mirar y enorgullecerse de su certeza de narciso."


Sí y no. No es que se necesite el mundo externo para disfrute narcisita de la propia nada. Es que es inevitable la experiencia del mundo externo. Las fuerzas no las saca el poeta de su narcisismo maquiavélicamente extrovertido, sino de un acto ciego que consiste en el empecinamiento -posiblemente localizable a nivel del hipotálamo; una especie de lealtad o valentía... mientras se aguante. Ni narcisismo ni humildad; sólo hombres conscientes de lo extraordinario y letal, la vida, que necesariamente, y aunque algunos no quieran verlo, o se lo reserven, no es experimentable más que por uno mismo. De hecho, es lo único experimentable.


Algo más. El verdadero solipsismo poético, que es de lo que hablamos y no de un Descartes o así, se queda siempre en casa, o en el Jardín (donde por cierto existe el derecho al suicidio), y no sueña en derrumbar y levantar ciudades...

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