Al final me he decidido por el libro de Claude Mauriac 'La Aliteratura contemporánea'. Original francés de 1958, edición española de 1972 en Guadarrama.
He expurgado el índice y he escogido aquellos capítulos donde comenta a autores que yo ya conozco. Prescindo, por ahora, del resto. Kafka, Beckett, Cioran, Borges, Ionesco y Ponge.
Entre otras nobles e innobles funciones, la Literatura, los más grandes y más honrados escritores, ha intentado siempre apresar y expresar lo inapresable e indecible de la vida y la conciencia humana. No se trata de un ímpetu inocente sino que se trata de una consciente búsqueda imposible. Un afán inalcanzable pero necesario. Con rigor, esfuerzo, perseverancia, seriedad... muchos escritores (pensadores en sentido amplio) han perseguido tal fin. Han huido de la literatura fácil, de la literatura comercial, de la de mero entretenimiento, como también de los formalismos afectados. Tampoco es Aliteratura el intento de copiar Aliteratura. La verdadera acción Aliteraria surge del alma aliteraria (metaliteraria) del individuo concreto, se manifieste después como poeta, filósofo, novelista... o de ninguna manera. El criterio de la Aliteratura está en la profundidad/esencialidad del escritor y en su honestidad.
Entendida así la Aliteratura, yo siempre la había llamado la verdadera Literatura, nada que objetar. Más incluso: por motivos distintos al cartesianismo (¿Valery?), yo también considero 'El discurso del método' de Descartes como una novela Aliteraria. Todas, todas las grandes obras de todos los tiempos son Aliteratura. 'República', 'Metafísica', 'Summa Teológica'...
Después de Kant, ya sabemos, todo es Literatura; y todo lo bueno, buena Literatura, esto es, Aliteratura.
viernes, 11 de abril de 2008
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