sábado, 5 de abril de 2008

(Auto)recordatorio

Esto no es un diario. Ni un pequeño foro de discusión. Es más bien un archivo de servilletas borroneadas. El valor, de tenerlo, es muy mezquino; tener reunidas muchas ocurrencias sin peligro de pérdida, y, más mezquino aun, animarme a ratos y exigirme un poquito.
Si continúo con el cuaderno es también con la vaga intención de ir perfilando un modo de escritura. Entre los atractivos de esta forma de 'ciberhablar' está el mantenerme en contacto con unos pocos escribientes; pero incluso en este caso, lo reconozco egoistamente, lo hago más por sentir su cercanía que por ningún motivo intelectual.
Mi eterna duda sobre este cuaderno no tiene solución: ¡disfruto más sólo leyendo y sacando de vez en vez algún poemilla!

Pd: cuando he intervenido con mis comentarios en otros cuadernos lo he hecho malamente, como un elefante en una cacharrería, y después me he arrepentido. Tampoco, porque me entristece, veo sentido (¡digo para mí, no quiero criticar a nadie!) a esas bizantinas discusiones. Acabo (¡vaya posdata más larga!); en el fondo, los temas de actualidad me interesan realmente muy poquito, y eso, lo digo con el corazón en la mano, no está bien ni me lleva a ningún sitio.

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