domingo, 27 de abril de 2008

Carlyle

La Vida, la Naturaleza, el Alma del Hombre son insondables y fértiles. Enigmas 'Sagrados' a cuya sombra hemos de crecer. Otro hombre, otro mundo, otros dioses.

En un mundo desencantado y con la ciencia positiva como único valor, el romántico lucha por la excelencia individual y creativa. La capacidad de maravillarnos ante la naturaleza y ante nosotros mismos, microcosmos enigmático y sagrado, es el fe de Carlyle.

Lo que debemos a Platón: el prisionero liberado de la caverna representa la insaciable curiosidad ingenua del niño y la profundidad e inteligencia del adulto. Inocentes como niños; abiertos al misterio de la existencia.

Tal misterio metafísico (o religioso) se da en grado sumo en el hombre. Negar al Héroe, al Hombre Excelente, es negar las posibilidades del hombre y condenarlo a las monótonas ignorancia y animalidad.

El miedo está en las entrañas del hombre. Ha de lucharse contra ese Miedo 'infantil'. El Hombre Valiente es dónde la Historia y la Naturaleza se desarrollan.

No hay comentarios: