Pura teodicea u ontología especial. Sobre un articulillo de periódico -lo siento- que da noticia de la demostración racional de la exitencia de Dios por parte del matemático y cosmólogo Michael Heller. Polaco y amigo íntimo de Juan Pablo II.
Después de leer el artículo: se trata de la actualización del argumento del relojero. Tiene su misma fuerza y debilidad. La 6ª vía: por la existencia de las matemáticas en el universo y en la mente del hombre; tal extraordinaria coincidencia no puede ser más que obra, se dice la mente asombrada, de un Matemático Supremo. Independientemente de que metafísicamente me da igual un universo con o sin matemáticas, pues la radical finitud y contingencia ahí seguiría, no tengo claro que ese honesto y exaltado asombro de Heller le permita dar el salto a la necesidad de Dios. La necesidad-para-la-mente; más incluso; la necesidad-para-la-voluntad. Pasamos de las vías tomistas a San Anselmo, que es más simple y profundo. Creo que el argumento ontológico es el corazón de las vías tomistas, que son como decir de muchas maneras lo ya dicho. La mente-corazón humano necesita pensar-creer que lo que necesariamente se le presenta haya de ser necesariamente real. Nihil novo; fenómeno y noúmeno.
Algo similar ya leí a Tresmontant (creo que se escribe así) a partir de la biología e incluso la herencia genética.
Creo que es bueno que siga habiendo gente inteligente alumbrando, hasta donde las luces pueden alumbrar, la fe... y los sentimientos y la voluntad del hombre.
El periódico es 'El Mundo' del 23 de marzo.
martes, 8 de abril de 2008
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