lunes, 21 de abril de 2008

Lecturas

Heródoto, Spengler, Carlyle; lectura poética. Mastodóntica y reposada, placer y olvido.
Los Diarios de Kafka, con mayor atención. A ratos, Carver. Desde las primeras páginas de los Diarios se descubre la abismal distancia entre un inmortal y un buen escritor. Lo siento por Carver, y por casi cualquiera que quiera medirse con Kafka. ¿Para qué la Literatura? Esta pregunta sólo obsesiona a los verdaderos escritores. A los profundos. No me resisto; en la página 30 de los Diarios ('Debolsillo' 2006):

"Por fin, al cabo de cinco meses de mi vida durante los cuales no he podido escribir nada que me dejase satisfecho y de los que ningún poder me resarcirá, aunque todos estarían obligados a hacerlo, tengo la ocurrencia de volver a hablarme a mí mismo. Siempre que me he interrogado realmente a mí mismo he respondido, siempre hubo algo que sacar de mí, de este montón de paja que soy desde hace cinco meses y cuyo destino parece consistir en que le prendan fuego durante el verano y arder más aprisa que lo que tarda en pestañear el espectador. ¡Ojalá me pasase eso! Y que me pasase docenas de veces, pues ni siquiera me arrepiento de esa desdichada temporada. El estado en que me encuentro no es la desdicha, pero tampoco es la dicha, ni la indiferencia, ni la debilidad, ni el cansancio, ni ningún otro interés, ¿qué es, pues,? Sin duda mi ignorancia al respecto tiene que ver con mi incapacidad de escribir. Y aunque no conozco la razón de esa incapacidad, creo comprenderla. En efecto, ninguna de las cosas que a mí me ocurren se me ocurre desde la raíz, sino sólo desde algún lugar situado hacia la mitad."

3 comentarios:

Martín López dijo...

Excelente la base de datos de tus libros.

Egoficción dijo...

¿dE VERDAD O ESTÁS DE COÑA?

Martín López dijo...

Que sí.