martes, 15 de abril de 2008

Berta

Un micro relato, de hace tiempo, de Aurora Llun

Aquella mañana amaneció mucho más temprano que de costumbre; no habían pasado veinte minutos desde que anocheciera cuando ya despuntó el nuevo y extraordinario día. Los gallos no cantaron, y siguieron durmiendo. Nadie se percató de lo ocurrido, y nadie se despertó cuando siempre, esto es, cuando acaba la noche y amanece y los gallos cantan.
Todos no. No todos fueron ajenos a aquello. Berta, una tortuga siciliana de muy buen carácter (pues nunca se comportó de otro modo que como se espera de una tortuga; jamás como una liebre, un pulpo o una cucaracha, por ejemplo), Berta, la del excelente, eterno y parsimonioso carácter, dice el cuentecillo, Berta sí que se despertó a los primeros clareos.
Extrañamente, se despertó muy despierta y con muchas ganas de hacer cosas; muchísimas e indeterminadas cosas. Extraordinariamente, Berta estaba ansiosa; ávida y deseosa de...
Decidió la tortuga dirigirse hasta el estanque de los patos, las ranas y los sapos, que si bien se hallaba a unos cinco kilómetros, para una tortuga resultaba una distancia descomunal y absurda. Pero Berta ni se lo planteó, y vehemente y hasta feliz hacia allá se encaminó. ‘¡Qué lentas somos las tortugas!’, se dijo Berta. ‘¡Debo ir mucho más rápido!... ¡como una liebre o como un pájaro!... ¡más rápido, más veloz!’; todo esto pensaba Berta mientras aceleraba su ritmo. Llegó a ir tan rápido como la tortuga más veloz.
Viendo Berta que su aceleración no era suficiente, y presa de un pánico y tristeza infinitas, se arrancó su bello y pesado caparazón azulado de tortuga siciliana. Al principio creyó ir más ligera (no notaba que se desangraba) y esto la animó para acelerar aún más sus pasos de tortuga. Creyó ir tan rápido como la liebre más veloz, pues notaba todos los vientos en su rostro. Creyó volar, pues veía como el camino se difuminaba a su paso. Berta no notó que moría.
Berta expiró, soñando el estanque en el que ya se creía. Berta murió feliz, o eso sentía; y Berta murió libre, o eso parecía.

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