lunes, 10 de marzo de 2008
Gregorio (II)
Igual no es que los demás lo viesen como un insecto desagradecido, sino que realmente su padre, Jehová y lo Yidish, el nacionalismo y la burocracia, la ciencia y las grandes ideologías, lo habían convertido en un ser incapaz para la vida y el consuelo, molesto para los demás e insoportable para sí mismo, sin otro final que la desaparición.
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