Una interpretación actualizada de la historia no sólo es necesaria sino inevitable. Es la única forma de hacer productivo nuestro conocimiento de la antigüedad y de los clásicos. Convertir la pregunta por el Ser (qué son en verdad las cosas, frase ésta evidentemente vacía) por la pregunta por el 'orden' que subyace y posibilita la existencia -previa e independientemente de los existentes y sus modos-, es legítimo y fértil. Pero es solamente, no ha de olvidarse, la pregunta, una de las interrogaciones, que nosotros podemos hacernos sobre la metafísica platónico-aristotélica. A Platón, Aristóteles (también a Hesiodo o Anaximandro) los convertimos en interlocutores imprescindibles, los hacemos hablar con su lenguaje el nuestro. Eso está bien. Más aún; hacer de la pregunta por el orden [a priori] que posibilita lo ordenado [para la conciencia] una indagación sobre la lógica, o más bien metalógica abierta y enriquecible, del SER-PENSABLE-DECIBLE, por supuesto sin caer en huecos esencialismos o logicismos de escuela, es también lícito y hasta apasionante; ¡con qué nueva y clarísima luz se nos presentan los grandes pensadores del pasado, tanta que hasta los entendemos y los hacemos partícipes de muchas de nuestras preocupaciones intelectuales! Quiero decir que la Idea platónica, es también, pero no exclusivamente, metaidea de la conciencia o a priori del alma. Sólo desde la filosofía de la conciencia son legibles los griegos y los medievales. Una lectura 'objetiva' de ellos es atomizadora e ilegible. Un exahustivo análisis de las condiciones de todo tipo que a los textos acompañan es siempre interesante, pero no debemos olvidar que éste proceder sólo es valioso cuando es significativo para quien quiera una comprensión de dichos textos, cuando contribuye a una visión de conjunto. Es la síntesis lo que guía el análisis, y es también, enriquecida y rectificada, su meta.
Pero lo mismo podemos pensar de la misma filosofía del Pensar que Descartes inaugura; sólo desde un modesto y vaporoso solipsismo es pensable el pensamiento. ¡El a priori de tantos a priori posibles! Pero este es ya otro tema.
martes, 11 de marzo de 2008
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