jueves, 20 de marzo de 2008

John Cage

¡Al fin he leído algo de John Cage!, 'Escritos al oído', Una antología suya con textos de los ultimos 40 años. Alguno del mismo año de su muerte, en 1992 a los 80.

Tesis fundamental, más o menos: todo ruido es potencialmente un sonido, y todo sonido es música si se le aprecia u organiza así. La vida es variada, escurridiza, abierta, etc. La música, mejor que nada, puede representar esa realidad irreal, irrepetible y gozosa. Es posible y necesaria una música inabarcable por la lógica, la belleza, el tono, los instrumentos, etc. O como dice Cage, una música u organización del sonido 'micromacrocósmica'. La anarquización de la música, del lenguaje, de la política, de la metafísica... la desmilitarización de la existencia. La música como Vanguardia del nuevo no-orden.

La imagen más bella y clara de su concepción de la realidad y la música es la de asomarnos a una ventanilla del tren en pleno viaje; imágenes furtivas e irrepetibles, sin pretensiones divinas, sólo humanas, que muestren no la Verdad de Nada sino que estuvimos vivos.

Especialemente recomendables 'Conferencia sobre nada', 'Hablo de anarquía, naturalmente'.

Posdata respetuosa: he escuchado algo de Cage, y no me gusta, lo que no significa nada, o puede que sí. De todos modos, me ha pasado con su libro como con las Vanguardias, cuyos mejores frutos son son manifiestos.

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